la tribu de los corazones rotos Brindo por los besos detonados de tus quince años por tus labios posados sobre las nucas en las orejas de color zonas prohibidas de placer pasión interracial sedes parejas placer real negra pasión explosiva y dulce. Brindo tu breve goce Raymond y por los que sobrevivan al juicio nefando a las miradas hipócritas de la doble moral de la doble miseria de la burda normalidad del virus machista en los escaños en los campamentos y las sacristías que cada día violan y estigmatizan a los maricas, a las tríbadas a las hembras ultrajadas de todos los continentes y las guerras. Brindo por las raras contra natura perversas y desviadas. Brindo porque esa familia tuya ignorante y asesina se consuma en el fuego eterno de su fanatismo. A Raymond Buys , de 15 años, un chico homosexual que falleció a causa de la desnutrición y las fracturas producidas en su cuerpo, sufridas en un campamento de Rangers, en Sudáfrica, al que sus padres inscribieron para “hacerlo un hombre