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Mostrando entradas de septiembre, 2022

Mal de amores y desamor - Leti Moregal

         Cuando escucho la expresión “mal de amores”, no puedo evitar que deje de sonar en mi cabeza la canción de Son de amores de Andy & Lucas. En concreto esta parte: Son de amores Amores que matan Amores que ríen Amores que lloran Amores que amargan   Son de amores Amores que engañan Amores que agobian Amores que juegan Amores que faltan La puedes escuchar, ¿verdad? Para mí, el mal de amores está en el nivel aficionado de los corazones rotos. Relaciono el mal de amores con pequeños desengaños y frustraciones de la vida. La amiga que lo era todo durante una época de tu vida y después dejó de serlo por diferencias que creías insalvables, el amigo con derecho a roce que tuvo que salir de tu vida porque no era momento de dejarlo crecer, la persona que miraba hacia otro lado por mucho que tú luchases por la relación…. Son situaciones que la vida te pone delante para ponerte a prueba, para hacerte saltar, replantearte tus concepciones sobre la vida y las relaciones. Y duel

No te guardo rencor - Beatriz Codina

  Me rompiste, me partiste en mil pedazos y mientras lo hacías seguías haciéndome sentir que yo no valía, que no era suficiente, que no importaba. Te creí. Creo que eso fue lo peor de todo, que yo te creí. ¿Pero cómo no hacerlo?, si tú eras mi mundo, tú lo eras todo. Te elegí y desde que lo hice, cada día te daba un poco más y me iba haciendo cada vez más pequeñita, cada vez más sumisa. ¿Por qué? Por no molestarte, por no generar ninguna discusión, por no revelar al mundo cómo me sentía, por no dejar que las opiniones de los demás me alejaran de ti, por no fracasar, por no asumir que no eras lo que había soñado. Fuiste malo, sí, lo fuiste. Yo no me lo merecía. Siempre estuve a tus pies, pero ese fue mi primer error, creer que ensalzarte y hacerte un sr superior sería la solución a mis problemas. Es curioso cómo el resto del mundo podía ver en mí la bondad que tú no veías, cómo los demás me decían una y otra vez que estaban orgullosos de tenerme en sus vidas. Fíjate, todos aquellos de l

Amor, desamor y miedo - Leti Moregal

¿Te atreves a darle la mano al miedo y volver a apostar por el amor en la amistad? EL AMOR EN LA AMISTAD No hay nada como querer y que te quieran. Esa sensación de reciprocidad es única y te llena por completo. No entiendo por qué nos empeñamos en reducir esa concepción del amor al amor en la pareja. Hay un tipo de amor no tan valorado socialmente y que para mí es un pilar fundamental, y es el amor en la amistad. Dice el dicho popular que quien tiene un amigo tiene un tesoro. Y así lo concibo yo. Tener alguien en quien confiar y que confía en ti, a quien escuchar y quien te escucha, con quien compartir buenos y malos momentos… no tiene precio. Esas relaciones dejan huellas imborrables.  EL DESAMOR EN LA AMISTAD Tuve un buen amigo que siempre decía que la amistad era mejor apuesta que las relaciones de pareja porque las amistades eran para toda la vida, pero las relaciones de pareja no. Este amigo, después de años de una relación súper bonita, dejó de serlo. Mi experiencia personal es q

Mascotas y rupturas sentimentales - Noeleen Fonseca

  ¿Son capaces los animales de sentir el desamor? Nadie debería verse jamás arrastrado por un desamor. Tampoco ellos, los miembros de cuatro patas que, sin voz ni voto, carecen de poder de elección cuando la familia está a punto de romperse. Y es que nuestras mascotas forman parte de nuestra propia historia tras cruzar el umbral mismo de la puerta que les abre paso a su nuevo hogar. Y dejan su huella . Vaya que si la dejan. Pero la realidad no discrimina y nos aleja en demasiadas ocasiones del contexto ideal para afrontar la toma de decisiones. Así que, cuando una pareja decide poner un punto y final a su relación, es muy probable que su mascota sufra las consecuencias de la ruptura si alguno de sus integrantes no está dispuesto a remar en una única dirección. ¿Por qué sufren la ruptura nuestras mascotas? Porque el desamor sin control arrasa allá donde va. Porque la irresponsabilidad afectiva puede haber estado siempre presente y no hemos sabido anticiparla. Porque la falta de recurso