Estamos integrando día a día todos los pasos del ritual, para que sea fluido y dinámico. Preparamos con anterioridad toda la simbología que se va a utilizar. Si en algún momento experimentas dificultad en visualizar algún elemento, busca una foto que lo represente y tenla a mano para utilizarlo si lo necesitas. Lo importante es sentir tu seguridad y comodidad en el proceso. La imagen que aparezca en tu mente, es la correcta.
Comencemos (vídeo aquí):
En tu lugar tranquilo, siente como tu abdomen sube y baja con la respiración. Tus músculos se relajan. Visualizas todo tu cuerpo y la perla blanca que tienes debajo de tu ombligo. La haces grande, como un globo nacarado que te envuelve y protege. Ahora, siente las plantas de tus pies e imagina que de ellas salen unas fuertes raíces que se hunden en el suelo y te anclan al centro de la tierra. Esas gruesas raíces te arraigan al aquí y ahora, que es tu momento de poder.
A continuación, recuerda a una persona que quieres de una manera especial, pon tus manos sobre tu corazón y, con esa mirada amorosa en tus ojos, imagina que lo tomas con ellas y le soplas aliento de vida y amor, seguidamente lo devuelves con sumo cuidado en su lugar.
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